domingo, 1 de abril de 2012

al final, va a ser todo Química...

14/02/12

... La fase temprana del amor se asemeja a una montaña rusa hormonal, con subidas y bajadas bruscas que inducen los distintos estados necesarios para que una buena relación pueda estabilizarse más adelante. Un encuentro afortunado genera ansiedad porque, aunque se pueda haber iniciado el proceso amoroso y postergado la aversión a extraños, tampoco se quiere, de entrada, dejarse arrollar por ese amor.
Las personas enamoradas arrojan índices de cortisol más elevados, reflejando así el estrés que producen los estímulos asociados al inicio de una relación. Hace falta un nivel moderado de estrés para iniciar un vínculo. El amor es un arma de doble filo. Enamorarse y ser correspondido nos hace sentir bien, eufóricos, obsesionados con el otro.
Hay de qué alegrarse; lo que empezó por una sensación de placer en la mente fustigada por un estímulo exterior se ha transformado en una emoción de amor en toda regla.
Tanto es así que, a menudo, da la impresión de que uno ha caído en un estado parecido al de las conductas obsesivas. La diferencia radica en que, en éstas, la obsesión se manifiesta en alteraciones de conducta, mientras que el enamoramiento cambia, sobre todo, el pensamiento: sólo se piensa en la persona amada.
Es algo químico y repentino, pero ya tiene todo el potencial del amor absoluto.
No se debe subestimar el conocimiento incosciente asimilado por la amígdala - el órgano cerebral rector de las emociones- durante millones de años, pero no es, obviamente, el momento adecuado para la calma. Descienden los niveles de serotonina. Surge a la vez un rechazo a dejarse arrastrar por estímulos nuevos que trastocan compromisos ya adquiridos. Sube la concentración de la vasopresina, una de las dos hormonas, con la oxitocina, del amor.
Se ha sugerido que las preferencias mostradas por una pareja determinada se deben a los circuitos de la vasopresina que, de algún modo, conectan con los circuitos de la dopamina, la hormona del placer, por lo que un organismo asociará a una determinada pareja con una sensación de recompensa...

...La verdad es que el desamparo y el sufrimiento de la gente de la calle contrasta con los fines evolutivos bien intencionados de las hormonas y de los circuitos cerebrales.

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